Los Cavaliers llevan una carga muy pesada ante los Warriors
SANTO DOMINGO. Imaginen esto: LeBron James y sus Cavaliers de Cleveland ganan el campeonato de la NBA. Woooww, sería sin dudas el logro más grande para LeBron en sus ocho Finales. Sus “fans” lo idolatrarán, más y en igual proporción sus “haters”. Pero retornemos al mundo real. El capítulo 4 de la saga entre los Cavs y los Warriors se inicia esta noche, en el Oracle Arena (9:00 p.m.), hogar de los campeones. Y para ser realista, James ni sus Cavs son vistos nada favoritos. Muy al contrario. Todo favorece a los Warriors en esta histórica final: nunca antes había ocurrido que los mismos dos equipos se enfrentaran cuatro veces en forma corrida. No sólo en la NBA, tampoco en ninguno de los deportes cuatro profesionales de los Estados Unidos (NBA, MLB, NHL, NFL). Los Cavaliers llegan como el conjunto desconsiderado para aspirar al título de la NBA, una situación que se le agrava más con la duda (contusión) de Kevin Love para competir en el primer encuentro de la final, luego de chocar su cabeza con la del novato Jayson Tatum, de los Celtics de Boston en el sexto juego de la final de la Conferencia Este. Golden State, que se presenta a esta final como el gran favorito y mejor posicionado que en las tres finales pasadas, también tiene en dudas a Andre Iguodala. Así, uno...
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